Plaiaundi, verano de 2022
En la zona arbolada podemos escuchar a los grupos familiares de paseriformes que han criado en el parque. Las crías pidiendo comida de forma persistente. Los adultos trabajando a destajo para poder alimentarlas. Parece que las últimas especies en criar son el colirrojo tizón y el papamoscas gris.
En las lagunas vemos cómo van creciendo las crías de ánade azulón y friso, porrón europeo, fochas, zampullín chico, etc.
Al inicio del verano, poca actividad en el canal de Amute, Itzaberri y zona central de la bahía.
Algunas especies nos van abandonando para trasladarse a África a pasar el invierno.
Con la migración postnupcial van llegando especies procedentes del norte de Europa. Vamos viendo grupos y bandos de espátulas, garzas reales e imperiales, garcetas comunes, moritos, avocetas, avefrías, ánades rabudos, patos cucharas y colorados, etc.
También cigüeñas, alguna garceta grande, pagazas piquirrojas, andarríos bastardos, agujas colipintas y colinegras, correlimos común, menudo, gordo, tridáctilo y zarapitín, etc.
El día 18 de agosto fue un día de intensas lluvias y fuerte temporal en el mar. En los limos del canal de Amute llegaron a concentrarse alrededor de 60 estérnidos, entre ellos, ejemplares de charrán común y ártico, fumarel común y cariblanco, y varios charrrancitos. Vimos otros grupos en el Paseo Butrón de Hondarribia y en el espigón de Hendaya.
El día siguiente vemos un halcón de eleonora (adulto morfo oscuro) sobrevolando Itzaberri.
Día 28 de agosto, mediodía, mucho calor, vemos una carraca europea que sale volando de Plaiaundi para dirigirse al aeropuerto, donde se posa en unos arbustos. La llegada de un avión provoca que abandone la zona.
El día 30 de agosto vemos un espectacular bando de al menos 50 ejemplares de garza imperial sobrevolando el parque.
El día 9 de septiembre, 3 fumareles en los limos del canal de Amute, de ellos 2 comunes y 1 aliblanco.
Día 12 de septiembre, mediodía, con marea baja, vemos 7 pagazas piquirrojas posadas en los limos, en el centro de la bahía.
Se adjuntan imágenes de algunas de las especies observadas en Plaiaundi durante este verano.
En la 9ª fotografía se muestra detalle de la escalera de acceso a la torreta del Córner. Es lugar habitual de refugio para los días de temporal. Faltan peldaños. Otros están podridos. ¡Qué desastre!
El parque sigue igual de mal, sin ninguna supervisión enfocada a la protección de las aves.
El motor de la actividad en Plaiaundi y el resto de los humedales de la Bahía de Txingudi debería ser el diseño y gestión de actuaciones encaminadas a la protección de las aves. Si esto falla todo lo demás no tiene sentido. Sin embargo el parque va camino de convertirse en algo parecido a un parque temático, donde el éxito de la gestión va ligado al número de visitas, abandonando cualquier signo de identidad propio de una zona de especial protección de aves (si es que los ha tenido alguna vez).