Cuanto se relata a continuación, tiene relación con las visitas realizadas al parque durante los dos trimestres citados.
Qué podemos decir en relación a las aves observadas a lo largo del otoño y del invierno pasados?
Desfile de especies, fieles a su calendario de paso. Visitas puntuales inesperadas, normalmente muy breves.
Hay circunstancias en el entorno que dificultan mucho su permanencia.
Aves invernando en números muy reducidos.
Como comentario resumen, diría que cada año que pasa, vemos menos especies y en cantidades más reducidas.
Hace falta un observatorio de aves en el córner.
El punto por excelencia para la observación de aves en el parque es lo que llamamos “el córner”. Los observadores de aves, en general, acudimos directamente a dicho punto de observación, desde donde se puede examinar las aves presentes en Itzaberri, el canal de Amute y la bahía de Txingudi.
Hace un año, aproximadamente, se eliminó la torre-observatorio que había en el córner. Estaba en condiciones aceptables, a excepción de alguno de los peldaños de la escalera.
Considero que lo correcto hubiera sido instalar primero el nuevo observatorio en el córner y posteriormente retirar la anterior torreta.
Pero ha pasado el tiempo y seguimos sin observatorio de aves. Los días de temporal terminamos completamente mojados. Considero que se actúa con absoluta falta de consideración hacia los que acudimos a ver aves.
Cabe suponer que, quienes pueden tomar la decisión de solucionar estos asuntos, los días de fuertes lluvias permanecerán en sus despachos a buen recaudo, sin llegar a enterarse de cuanto acontece en el parque.
Parcelas valladas para las ovejas. ¿Cierre de puertas?
En la superficie del parque hay numerosas parcelas valladas, creadas hace unos cuantos años para que las ovejas permanezcan pastando y no se escapen. El grupo de ovejas va rotando de parcela en parcela. Cada parcela dispone de una puerta de acceso que mientras están las ovejas permanece cerrada. Dichas puertas, cuando las parcelas están sin ovejas, unas veces las veo abiertas, otras veces las veo cerradas. Por el bien de las aves, considero que sería oportuno mantenerlas cerradas en todo momento, para impedir el acceso a los perros que corretean sueltos por los caminos del parque.
Problema de encharcamiento de los caminos del parque
A lo largo del otoño y del invierno suele haber numerosas temporales, con intensas lluvias, que provocan un encharcamiento en diferentes tramos de los caminos del parque. Enormes charcos que abarcan todo el ancho del camino. La solución es sencilla. Es algo que viene ocurriendo hace muchos años.
Nuevo aparcamiento para el parque.
Después de un largo periodo de obras ya tenemos nuevo aparcamiento de vehículos para el parque. Tras varias décadas, por fin, alguien se ha dado cuenta de la necesidad de un camino de acceso peatonal que atravesara el aparcamiento. También existimos los que accedemos caminando al parque. Llama la atención el fuerte deterioro que ha tenido, en breve tiempo, la capa superficial de dicho camino.
Interesantes actividades en el parque
En el parque de Plaiaundi puede observarse cómo se realizan diferentes actividades. Tales como (cito solo algunas):
-Costumbre de muchas personas de soltar al perro según se llega al parque y dejar que corretee por los caminos lleno de felicidad (es lo que muchos vienen haciendo). Otros son mas respetuosos y los llevan atados. Como no ven ninguna señalización, ni nadie les dice nada, muchos creen que actúan correctamente.
-A lo largo del año, según corresponda, podemos ver a numerosos recolectores que acuden a la recogida de frutos como ciruelas, moras, avellanas. Tarea que se realiza con gran dedicación. En teoría seria comida para las aves.
-Para muchos es ya un lugar para darse un paseo con bicicleta o patinete. Un circuido tranquilo, en plena naturaleza. Alguna carrera de patinetes, alguno derrapando en las curvas.
Comentaba uno recientemente que la práctica de estas actividades da muchos puntos para que se le conceda al parque la calificación de ZEDA (Zona de especial desprotección de aves).
Resumiendo, ha pasado un año más y seguimos sin empezar a recorrer el camino hacia la protección de las aves:
1.-Normativa de aplicación en la gestión de humedales: no existe.
2.-Señalización en el recorrido interior del parque, enfocada a la protección de las aves: no hay.
3.-Supervisión: no hay. Al menos, yo no la he visto.
Siento una envidia sana por aquellos lugares (que los hay) en los que se produce una convergencia positiva de intereses para favorecer y proteger a las aves de un humedal u otro espacio gestionado. Convergencia de voluntarios, gestores, colectivos, asociaciones, personas con poder para decidir la gestión, etc.
Por aquí, de momento, nada de nada. Total abandono. No interesa.
No se termina de entender que las aves necesitan protección.
Y cada vez menos aves.
Y seguirán diciendo lo mismo, “allá cuidaus”.
Qué papelón.
Se adjuntas fotografías correspondientes a los trimestres citados, realizadas en la bahía de Txingudi (todas menos una, resulta fácil de determinar).
Fotografías correspondientes al otoño de 2024






























Fotografías correspondientes al invierno de 2024














